Los New York Yankees enfrentan un problema significativo con su cuadro interior a medida que se acerca la temporada 2025. De cara al viernes, el equipo cuenta con solo tres infielders confiables: Jazz Chisholm Jr., Paul Goldschmidt y Anthony Volpe. Con vacantes en la segunda y tercera base, los Yankees están bajo presión para realizar una adquisición clave antes de que termine la temporada baja.
La situación se complicó aún más el viernes, cuando Gleyber Torres, ex segunda base de los Yankees, firmó supuestamente un contrato de un año por $15 millones con los Detroit Tigers. Este movimiento pone fin oficialmente a los siete años de Torres en el Bronx, acabando con cualquier esperanza de su regreso al equipo de Aaron Boone en su intento de llegar a la Serie Mundial.
Para añadir a sus desafíos, parece poco probable que los Yankees persigan agresivamente a Alex Bregman, a pesar de las especulaciones previas de que sería la incorporación ideal para su roster. El destacado infielder busca supuestamente un contrato de $200 millones, una cifra que, según los expertos, el gerente general Brian Cashman y el propietario Hal Steinbrenner no están dispuestos a pagar.
Los intentos de negociar con los St. Louis Cardinals por el tercera base Nolan Arenado también han fracasado, dejando a los Yankees en una posición precaria. Si no logran concretar un gran intercambio, podrían verse obligados a depender de Oswaldo Cabrera en la tercera base, una solución poco ideal para un equipo con aspiraciones al campeonato.
Los Yankees se están quedando sin tiempo y opciones para reforzar su cuadro interior, lo que deja a los fanáticos y analistas cuestionándose cómo abordarán estas brechas críticas antes del inicio de la temporada.
