El regreso de James Paxton a los New York Yankees con un contrato de $134.6 millones, a pesar de su historial de lesiones, levanta preocupaciones significativas. Paxton, un lanzador zurdo con un historial de actuaciones dominantes, también ha sido afectado por lesiones recurrentes a lo largo de su carrera, particularmente en su hombro y codo. Estos problemas de salud han limitado su disponibilidad, lo que genera dudas sobre si puede rendir consistentemente a un alto nivel a largo plazo.
Desde un punto de vista financiero, los Yankees están tomando un riesgo sustancial al comprometer una suma tan grande a un jugador con un historial tan frágil. Aunque Paxton tiene el potencial de ser una pieza clave en la rotación, especialmente dado su éxito previo con el equipo, la posibilidad de que las lesiones recurrentes puedan obstaculizar el retorno de inversión de los Yankees es una preocupación real. Esto es particularmente problemático dado que el equipo necesita estabilidad en su cuerpo de lanzadores.
Además, este contrato podría limitar la flexibilidad financiera de los Yankees, impidiéndoles abordar otras áreas críticas de necesidad, como añadir profundidad al bullpen o asegurar más poder ofensivo. El alto costo del contrato, junto con la propensión de Paxton a las lesiones, podría convertirse en una carga si pasa mucho tiempo en la lista de lesionados.
En última instancia, aunque los Yankees están apostando por el potencial de Paxton, el riesgo significativo asociado con su salud genera preocupaciones legítimas sobre la viabilidad a largo plazo de esta inversión.