Néstor Cortés defendió recientemente a los Yankees en las redes sociales, afirmando que “todos quieren ser nosotros.” Sin embargo, el rendimiento reciente sugiere lo contrario. Los Yankees, que comenzaron con un récord fuerte de 50-22, ahora se parecen al equipo que terminó cuarto en la AL Este el año pasado. Mientras los Mets han sobresalido desde mediados de junio, solo los White Sox han tenido un peor rendimiento que los Yankees. Desde su victoria el 14 de junio sobre los Red Sox en Fenway Park, los Yankees han ganado solo 10 de 31 juegos.
A pesar de estas luchas, los Yankees están a solo tres juegos detrás de los Orioles por el primer lugar en la AL Este, pero también están solo tres juegos por delante de los Red Sox en tercer lugar. Esta proximidad en las clasificaciones destaca la posición precaria del equipo. El comentario del manager Aaron Boone, “Está justo delante de nosotros,” aunque frustrante para los fanáticos, tiene algo de verdad.
A principios de junio, el gerente general Brian Cashman parecía listo para hacer pequeñas adiciones para reforzar al equipo, como adquirir otro jugador de esquina o brazos para el bullpen. Ahora, las vulnerabilidades de los Yankees son más pronunciadas, especialmente con las limitadas contribuciones ofensivas más allá de Aaron Judge. Giancarlo Stanton, actualmente en otra visita a la lista de lesionados, es visto como un posible salvador para la alineación en apuros. Su regreso es muy esperado por los fanáticos que se han acostumbrado a sus ausencias frecuentes desde que se unió al equipo.
