Aaron Judge estuvo a punto de separarse de los New York Yankees durante su periodo de agencia libre en 2022. El jugador de 32 años mantuvo conversaciones tanto con los San Francisco Giants, su equipo local, como con los San Diego Padres. Finalmente, decidió quedarse con los Yankees, asegurando un contrato de nueve años por valor de $360 millones. En una reciente aparición en el podcast ‘Casa De Klub’, Judge dio información sobre el proceso de agencia libre y cómo se desarrolló.
Judge enfatizó que su esposa, Samantha Bracksieck, jugó un papel fundamental en su decisión de quedarse con los Yankees y negociar un nuevo acuerdo con el equipo de la AL East. Mencionó que no fue informado sobre ser nombrado capitán antes del anuncio oficial, diciendo, “No escuché ni un susurro sobre ello, ni una palabra antes de que se anunciara.”
Reflexionando sobre su inesperada capitanía, Judge expresó su sorpresa y humildad, diciendo, “Es bastante surrealista. Para mí, nunca jugué para ser eso… para ser el próximo capitán. Solo juego por jugar. Juego por mi ciudad, juego por los aficionados, juego por mi familia, juego por mis compañeros de equipo.”
Judge recordó un momento memorable en California cuando él y Samantha se estaban preparando para un vuelo a Hawái para celebrar su aniversario de bodas. A primeras horas de la mañana, estaban sopesando ofertas de varios equipos. A pesar de la incertidumbre, Judge tenía clara su preferencia, diciéndole a Samantha, “Quiero quedarme en Nueva York. No quiero ir a ningún otro lugar.”
En un momento dado, cuando las negociaciones con los Yankees parecían estancadas, Samantha lo animó a tomar una acción directa. Ella sugirió, “Llama a Hal, solo llámalo. Dile cómo te sientes. Dile lo que piensas.” Su consejo ayudó a Judge a navegar el desafiante periodo de agencia libre y finalmente asegurar su futuro con los Yankees.
